Unas 47.000 personas que han quedado sin hogar en Gaza debido a los ataques israelíes en el actual conflicto se han refugiado en 58 escuelas de la UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados), indicó hoy el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
Componen buena parte de los cerca de 60.000 desplazados que ha provocado la escalada del conflicto entre Israel y los territorios palestinos, señaló Laerke en rueda de prensa en Ginebra.
Laerke y la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Margaret Harris advirtieron de que el hacinamiento en estas escuelas y los problemas de suministro energético en Gaza, con apenas unas seis u ocho horas de electricidad diaria, suponen un riesgo para la salud pública en un delicado momento debido a la pandemia de COVID-19.
«El distanciamiento físico es casi imposible, y los daños en instalaciones sanitarias incrementan el riesgo de que aumenten la COVID-19 y otras enfermedades», alertó Harris.
La portavoz de la OMS añadió que desde el comienzo del Ramadán se han registrado 91 ataques contra instalaciones sanitarias en los territorios palestinos (71 en Cisjordania y 21 en Gaza), con al menos 41 trabajadores heridos.
Los bombardeos en la franja gazatí han afectado a 19 instalaciones sanitarias, incluyendo la completa destrucción de una clínica de atención primaria y daños en seis hospitales, entre ellos uno cuyas operaciones han tenido que ser interrumpidas totalmente.
Unas 47.000 personas que han quedado sin hogar en Gaza debido a los ataques israelíes en el actual conflicto se han refugiado en 58 escuelas de la UNRWA (Agencia de la ONU para los refugiados), indicó hoy el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Jens Laerke.
Componen buena parte de los cerca de 60.000 desplazados que ha provocado la escalada del conflicto entre Israel y los territorios palestinos, señaló Laerke en rueda de prensa en Ginebra.
Laerke y la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Margaret Harris advirtieron de que el hacinamiento en estas escuelas y los problemas de suministro energético en Gaza, con apenas unas seis u ocho horas de electricidad diaria, suponen un riesgo para la salud pública en un delicado momento debido a la pandemia de COVID-19.
«El distanciamiento físico es casi imposible, y los daños en instalaciones sanitarias incrementan el riesgo de que aumenten la COVID-19 y otras enfermedades», alertó Harris.
La portavoz de la OMS añadió que desde el comienzo del Ramadán se han registrado 91 ataques contra instalaciones sanitarias en los territorios palestinos (71 en Cisjordania y 21 en Gaza), con al menos 41 trabajadores heridos.
Los bombardeos en la franja gazatí han afectado a 19 instalaciones sanitarias, incluyendo la completa destrucción de una clínica de atención primaria y daños en seis hospitales, entre ellos uno cuyas operaciones han tenido que ser interrumpidas totalmente.