El ciclón post-tropical Ida, que se mueve hacia el noreste de Estados Unidos dejando lluvias, por lo que los meteorólogos alertan de inundaciones y crecidas repentinas para partes de los Apalaches centrales, el Atlántico medio y el sur de Nueva York y de Nueva Inglaterra.
El sistema, ubicado a unos 70 kilómetros (45 millas) al suroeste de Elkins (Virginia Occidental) y a unos 110 kilómetros (70 millas) a norte de Roanoke (Virginia), presenta vientos máximos sostenidos de unos 45 kilómetros por hora (30 millas).
Su trayectoria y fuertes vientos suponen aún riesgos de fuertes lluvias y las consecuentes inundaciones, como también tornados, en el noreste estadounidense. Asimismo, el Centro Nacional de Huracanes pronosticó algún fortalecimiento este miércoles a medida que Ida se mueve costa afuera.
Entre tanto, la depresión tropical Kate se encuentra a unos 1.460 kilómetros (910 millas) al noreste de las Islas Sotavento y presenta vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora (35 millas). No obstante, el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, prevé su pronta desaparición.
Kate, la cual se desplaza por el Atlántico, no representa riesgo en tierra y se prevé que se disipe este jueves.
La actividad de ciclones tropicales en la cuenca atlántica durante agosto fue “por encima de lo normal” en términos de la cantidad de tormentas con nombre, huracanes y grandes huracanes, según el NHC.
Se formaron seis tormentas con nombre en la cuenca atlántica en este mes que terminó el martes, con tres de ellos convirtiéndose en huracanes y dos de ellos en grandes huracanes.
Grace fue un huracán de categoría 3 cuando tocó tierra al sur de Tuxpan (México), el 22 de agosto, mientras que Ida fue un huracán de categoría 4 cuando tocó tierra cerca de Port Fourchon (Luisiana, EE.UU.), el domingo pasado.
