Por Nelson Rojas
La Biblia ofrece una variedad de reflexiones que pueden ser aplicadas a las patologías que enfrentamos en la sociedad actual. Un aspecto central en muchos textos bíblicos es la condición del corazón humano y la necesidad de redención.
Por ejemplo, en Jeremías 17:9 se menciona: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”. Esta cita resalta cómo la naturaleza humana puede ser propensa a la corrupción, lo que se refleja en diversas patologías sociales como la violencia, la avaricia, y la falta de compasión.
Además, en Romanos 12:2 se nos exhorta a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados mediante la renovación de nuestra mente. Esto sugiere que, aunque la sociedad pueda estar marcada por comportamientos destructivos, hay un camino hacia la sanación y la renovación personal y colectiva.
La parábola del buen samaritano (Lucas 10:25-37) también ilustra la importancia de la empatía y el cuidado hacia los demás, recordándonos que en medio de una sociedad que puede volverse insensible, somos llamados a ser agentes de sanidad y compasión.
La Biblia nos invita a reflexionar sobre nuestras actitudes internas y su impacto en la sociedad, alentándonos a buscar transformación y a actuar con bondad hacia los demás, contribuyendo así a un mundo más saludable.